Los biopolímeros son sustancias creadas para rellenar y aumentar determinadas partes del cuerpo, principalmente cara y glúteos, consistente en un gran porcentaje de silicona líquida y otros productos como los PMMA (polimetilmetacrilato). Por lo regular se venden con diferentes nombres comerciales que disfrazan su verdadera naturaleza, llegando incluso a administrarse falsamente como ácido hialurónico. Las consecuencias de la desinformación sobre tales sustancias han sido nefastas para muchas personas que caen en la tentación de transformar sin mucho esfuerzo su imagen corporal, a un altísimo costo en salud.
Al ser inyectado, el organismo se defiende aislando y encapsulando el producto, propiciando así la aparición de granulomas, todo lo cual produce endurecimiento en extensas áreas, enrojecimiento, ardor, y en casos graves, necrosis del tejido y migración del producto hacia otras zonas del cuerpo.
La remoción del producto es extremadamente difícil y sólo se realiza mediante cirugía, potenciando los riesgos para la salud del paciente.
Afortunadamente, se ha tomado conciencia sobre los daños de los biopolímeros en nuestro país, y se ha prohibido su uso por completo. Para mayor información se puede consultar la página http://noalosbiopolimeros.blogspot.com/ que desarrolla una campaña para informar sobre el peligro de estas sustancias.
La cosmiatría ofrece muchas alternativas para mantener la belleza y juventud de la piel, así como para embellecer nuestro cuerpo, cuidando nuestra salud. Para ello, debemos dedicar tiempo y esfuerzo, sin necesidad de recurrir al atajo de los biopolímeros.
